Lo que tardé en encontrarme no puede medirse en el tiempo,
sino en el camino sin sentido.
Hubo días en que creí llegar, pero descubrí que apenas pude comenzar.
Caminé en medio de la tormenta,
pasando noches enteras
en busca de respuestas.
En el reflejo de los cielos
vi los fragmentos de mi historia,
en un lienzo en blanco y negro.
Aprendí del silencio y la palabra,
comprendí que cada obstáculo,
era un eslabón de la cadena que me sostenía.
Y llegué al umbral de mí misma
encontrando el eco de mis heridas.
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