Mi piel sobre papel,
sabor a miel,
amargo,
como la hiel.
Lumbre que ignora
el tacto;
deseo infame
que fragua,
la fragancia ausente
del olvido.
Fiebre que fallece
en la almohada
y abandona mi ser.
«Anhelo que recorre
mi cuerpo
en el abismo del deseo».
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