Recuerda
que mi desdicha
es como un carrusel
inquieto,
mi mente no cesa de
hilvanar uno tras otro
pequeños hilos que
forman una larga
madeja de inquietud
difícil de deshilar,
es tal mi contrariedad
que huyo de mis
propios versos
pues temo el poema
que puedan crear.
En tus manos puse
finos hilos como
diamante de suave
flor rosada y amada;
y se que te fuiste
de flor en flor sin que
te importase su color
ni mi dolor, y entiendo
tu elección,
no importa mi desazón
soy alma vacía,
solitaria
como mi oscuro corazón
tal vez olvidé que
mi vida ya era oscura
pero ahora sin ti es irascible
gris, tedioso y lúgubre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario