Sentada sobre el sofá mientras mi gatito se acurrucada junto a mí con un ronroneo continuo y sonoro, mis pensamientos viajaron en el tiempo.
Recordé mi papá, en el salón con un pañuelo de color azul y finales marrones, arrodillandose junto a nosotras que formabamos un círculo a su alrededor. El empezaba a girar los dedos haciendo circulos en el pañuelo a la vez que decía :
Remienda, Remienda, que tengo en esta prenda? Y mis hermanas y yo íbamos diciendo diversas palabras hasta adivinar el acertijo. Qué tiempos! Cuanta añoranza sentía.
Solía pasarme estos flashes en el tiempo casi siempre en Navidad, pues la tristeza llamaba a mi corazón y era incapaz de eludirla. La vida es extraña, cruel y complicada. Hermosa si; pero qué dificil es continuar caminando por los sueños perecederos cuando familiares empiezan a faltar.
©Nuria de Espinosa
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