Me
gustaría salir a pasear durante las noches de luna llena,
en
donde el mensaje fuera el silencio que se eclipsara por la bruma nocturna.
Necesito
apaciguar mi turbación, pero en realidad no sé cómo lograrlo.
Quisiera
despertar y que todo fuese un mal sueño que se ahogó en mi alma
y
como si fuera un espejismo que pernoctase en ella,
delicados
pensamientos acariciasen
el
sollozo moribundo que mi corazón exclama
y
que posee la llave de la existencia
que envuelve en sus manos
la
sombra de un espíritu cansado.
¡Qué paz si unas manos nos llevasen en pos del silencio!
ResponderEliminarGracias Aurora, un abrazo.
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